
Con influencias claramente contraproducentes empiezan a hacer canciones como si fuera obligatorio. El proceso es colaborativo, o eso creen, Pablo es el que escribe todas las canciones. El resto, en los ensayos, se mira con estupor y asienten como autómatas a punta de pistola le dan forma a cada una de las “ideas” musicales de Pablo.
Su último concierto fue en 2020, el 8 de marzo, después ya sabemos lo que pasó. Ahora tras dos años los tenemos de nuevo en Sarria, una banda amiga que no puede faltar en el Esmorga Fest.